No cabe duda de que los fotógrafos submarinos siempre hemos soportado un plus de dificultad a la hora de elegir nuestros equipos fotográficos: no bastaba con encontrar el modelo de cámara que más nos gustaba, como cualquier fotógrafo terrestre, sino que además teníamos que encontrar el modelo de caja estanca que evitara el ahogamiento de nuestro juguete. Esta caja podía existir, o no, y en caso de existir, podía gustarnos, o no. Con lo cual podía pasar que tuviéramos que reconsiderar nuestra elección inicial de compra. Seguro que los viejos fotosubs que en algún momento tuvieron (o pensaron tener) una Minolta, una Olympus o una Pentax, saben a qué me refiero. El problema no terminaba en la cámara: más de lo mismo podía suceder con el flash o con las distintas lentes y su adaptación al uso subacuático.
Ahora las cosas han cambiado tras el inevitable desembarco de los sistemas digitales, ganadores por cruel paliza de una guerra que la película tenía perdida de antemano. La mala noticia es que todo sigue igual en cuanto a la dificultad de elegir la cámara de tus sueños, y la peor es que ahora sí que vamos a saber lo que es una elección difícil. Me refiero al batiburrillo que se ha formado con los distintos sistemas que cada fabricante se ha empeñado en sacar adelante; esto sí que es una guerra, y no la de Troya. Veamos un poco como está la cosa en el mundillo de las réflex: CANON, la marca más poderosa en cuanto a potencial de desarrollo y producción, parece decantarse por dos líneas definidas de producto: una de “aficionado” con sensores tamaño APS-C y otra “profesional” con sensores tamaño 35mm o
full frame. Vale, bueno es tener dónde elegir, pero para el fotosub serio la cosa está un poco más restringida: CANON no ha sacado una lente tipo ojo de pez para el sensor pequeño (de hecho, ha lanzado muy pocas lentes para este formato y ninguna de ellas puede considerarse como de “gama alta”) y yo descarto totalmente utilizar un sistema que no me permite utilizar mi querido ojo de pez. Seguramente CANON, u otras marcas independientes, acaben sacando lentes de este tipo, pero eso aun está por ver.
Viéndolo de este modo, usar CANON bajo el agua implica utilizar cámaras full frame, que no son precisamente baratas a pesar de la llegada de la EOS5D. El eterno rival, NIKON, jura y perjura que ellos de
full frame nada, y que serán fieles al APS-C. Estrategia coherente para el posible comprador (sabemos a que atenernos), pero no demasiado creíble si tenemos en cuenta pasadas afirmaciones de la marca nipona: también juraron y perjuraron en su momento que los CCD eran superiores y que ellos de CMOS nada, pero su cámara insignia, la D2x, lleva un CMOS en la barriga. O sea, que ya veremos lo que pasa dentro de unos años con su política
anti-full frame. Opiniones hay para todos los gustos: unos gurús del digital dicen que Nikon no podrá aguantar su apuesta y tendrá que sacar cámaras profesionales
full frame, mientras que otros mantienen lo contrario. Incluso leí la opinión de uno que decía que sería CANON la que dejaría de hacer cámaras
full frame en el futuro. Vamos, que hay para todos los gustos. Tampoco es que esté nada claro si es mejor para un fotosub disponer de una cámara con sensor completo o con sensor más pequeño: el
full frame proporciona un visor claramente más grande y una mayor calidad de imagen (notable a sensibilidades altas y muy poco notable en las bajas), mientras que los sensores de menor tamaño proporcionan en la práctica mejor calidad de imagen en la periferia con determinados angulares y mucha más facilidad para conseguir grandes ampliaciones en fotomacrografía, dos puntos nada desdeñables cuando hablamos de fotosub. Al final, tampoco veo una debacle que NIKON acabe sacando cámaras de formato completo en unos años ¿Alta traición a los usuarios de la marca? Hombre, no tanto: como mucho tendrás que vender algunas lentes angulares tipo DX y ya está.
Ya que hablamos de sensores pequeños, los hay aun más pequeños: OLYMPUS lucha por sacar adelante su 4/3 y apuesta fuerte con la única línea que se puede considerar que ha partido de cero en la era digital, sin basarse en diseños de cámaras de película “adaptadas”, como sí hicieron en su día CANON y NIKON. El 4/3 parecía estar demasiado solo en la guerra de las D-SLR y corría el riesgo de ser devorado por los dos peces gordos, pero las alianzas comerciales que están actualmente en marcha con grandes fabricantes (muy grandes) pueden nivelar la situación y hacer que el 4/3 se líe a hostias con los sensores más grandes. Chiquito, pero matón. Y a todo esto ¿Qué tal son las réflex de OLYMPUS? Pues creo que tienen cosas interesantes e innovadoras (y que ya están tardando las grandes marcas en copiar), como la limpieza automática del sensor y el LCD con visión en vivo, pero que en otros aspectos se ven claramente superadas por la competencia. Nadie es perfecto, y las cámaras parece que tampoco. Qué tiempos aquellos en los que uno solo tenía que cavilar qué cámara le gustaba más...
Y hasta aquí he escrito cuatro párrafos más bien largos que pecan de lo que pecan todos los párrafos más bien largos que he leído sobre el tema: demasiado analizar cámaras fotográficas... y poco practicar la fotografía. Con estas disquisiciones, siempre corremos el riesgo de caer (y me da que más de uno se ha caído ya) en una eterna discusión sobre qué sistema es mejor y cómo serán las cámaras del futuro, pero yo tengo que sacar las fotos
hoy y para ello no me sirven las cámaras del
mañana. Frente a una orgía de tortugas verdes ¿Qué fotógrafo consigue las mejores fotos de tan magnífica situación? ¿El que usa NIKON? ¿El que usa CANON? Dudo mucho que dependa de ello; probablemente las conseguirá el mejor fotógrafo. Ahora bien, si uno de los dos está en el agua con su cámara, mientras el otro está discutiendo en Internet sobre sensores y marcas, entonces no me cabe duda que la mejor foto es del primero.
Vaya. Mientras escribo esto, hay algún pillo que me está quitando la foto de mi vida. Es duro esto de la fotosub.